Pablo Romiti, viajero Argentino quien actualmente se encuentra pedaleando por rutas Argentinas. Como viajero ha puesto a prueba muchos de nuestros productos durante sus circuitos. Ya es parte de la familia Selk'n.
Un poco de su pasado por palabras de él mismo:
Allá por 1998 junto al Tincho un hermano de la vida y del pedal, mientras rodabamos los 140 km de cada fin de semana, se nos ocurrió rodar la patagonia. Y allá nos fuimos, una vez en la ruta se nos sumó el Bicho. Ese viaje repleto de momentos hermosos, momentos dificiles y personas que tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llena de compasión, humildad, fue lo que me llevó a soñar en convertirme en un cicloviajero de tiempo completo.
En 2001 cuando estaba a punto de salir a recorrer América, las noticias que llegaban desde Colombia, con respecto a la guerrilla no era muy alentadoras entoces terminé tomando a un avión con rumbo a España y recorrí parte de Europa, en bici por supuesto y durmiendo en los caminos y en la calles para experimentar que se sentía no tener un techo. La experiencia fue tan positiva que en 2013 cerré mi taller de carpintería en Buenos Aires, cuenta de banco y me solte de todo lo que me ataba y decidí convertirme en cicloviajero de por vida. Recorri una parte de Uruguay y después volví para argentina con intención de hacer aquel viaje hasta Alaska pero cuando llegue a la provincia del Chaco me di cuenta de que la Argentina y Chile cuentan con una riqueza natural que quería conocer en profundidad, entonces pegué la vuelta y recorrí un 30 por ciento de Chile y un 80 por ciento de Argentina.
En 2018 después de indagar la cordillera riojana tomé la decisión de bajarme de la flaca libertad ( la bici ) y seguir viajando caminando con una mochila para salir de la zona de confort de nuevo y experimentar nuevas sensaciones.
Disfruto la libertad caminando con una mochila, le tengo miedo al encierro, a la rutina, a trabajar en lo que no me gusta, a los créditos y a vivir en forma común. Preferiero vivir en paz con la naturaleza, hablarle a los animales, a los cerros, sentir el bosque, empaparme con una lluvia, escuchar los latidos de mi corazón al subir una cumbre y sentir el viento acariciando mi cuerpo, a quedarme absorto observando la belleza de un paisaje, disfrutar de una compañía desconocida, compartir una sonrisa, una mesa e historias.
Un apasionado de la vida al aire libre, de la cocina, del ciclismo y de lo artesanal.