Hoy 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, el que nació producto de las manifestaciones realizadas por mujeres a principio del siglo XX en Europa y Estados Unidos que tuvieron como objetivo exigir mejores condiciones laborales y el derecho a sufragio. A comienzos del mismo siglo, miles de kilómetros al sur, en la Isla Grande de Tierra del Fuego ocurría el nacimiento de una mujer Selk’nam, la que sería llamada Kiepja, quien posteriormente sería la última chamán de este pueblo.
Lo que sabemos de Kiepja se lo debemos a la antropóloga Anne Chapman, quien en su libro “Fin de un Mundo” señala que la mujer fueguina, más conocida como Lola nació bajo una tienda de cuero de guanaco, en su juventud vestía con pieles del mismo animal y acampaba con su familia en playas, lagunas y bosques de Tierra del Fuego. La vida de estas dos mujeres se cruza en el año 1965, gracias a que Annette Laming-Emperaire, le ofreció a la científica que formara parte de una investigación arqueológica en Tierra del Fuego. Desde el primer momento la antropóloga quedó encantada de ella, manteniendo así un vínculo directo con el mundo de los ancestros, el que Lola recordaba con gusto. Si bien ella hablaba poco español, Angela Loji, otra mujer Selk’nam tendría un rol fundamental en la traducción de sus relatos de la lengua selk´nam al castellano.
En el invierno del siguiente año ocurre la lamentable muerte de Kiepja, cuando rondaba los 90 años. Tras su partida dejó un importante legado y registros de la tradición Selk'nam, los cuales pudieron continuar gracias a Angela Loji, amiga de Lola, quien fue la guía de Chapman por los misteriosos caminos de la cultura fueguina hasta su muerte en 1974.